Manifiesto por el Futuro de Belalcázar

Ciudadanos de Belalcázar, herederos de una tierra forjada con sudor y orgullo, nos alzamos hoy con una visión compartida, un grito colectivo por la supervivencia y el renacer de nuestro pueblo. Somos los hijos e hijas de Los Pedroches, en el corazón de Córdoba, y desde nuestras raíces agrícolas y ganaderas proclamamos un futuro que no solo preserve nuestra identidad, sino que la eleve a nuevas alturas.

Belalcázar, cuna de tradiciones, vive del latir de sus campos y rebaños. Durante siglos, la agricultura y la ganadería han sido nuestro sustento, el alma de nuestras familias y el motor de nuestra comunidad. Sin embargo, enfrentamos una sombra que crece: cada año, nuestro pueblo pierde población. Nuestros jóvenes, sin oportunidades claras, parten en busca de horizontes lejanos. Los mayores, guardianes de nuestras tierras, se acercan a la jubilación sin un relevo generacional que tome su lugar. Las leyes y regulaciones, cada vez más restrictivas, ahogan al sector primario, tornando el trabajo del campo en una carga que pocos desean llevar. Si no actuamos, el destino de Belalcázar es claro: el lento declive hacia el olvido, un pueblo que, como tantos otros, podría desvanecerse en el silencio de la historia.

Pero nosotros, los belalcazareños, no aceptamos la rendición. Visualizamos un futuro vibrante, donde el turismo se convierte en la chispa que reavive nuestra economía y nuestra esperanza. Poseemos un patrimonio inigualable, encabezado por el Castillo de los Sotomayor y Zúñiga, hogar de la Torre del Homenaje más alta de España, un coloso medieval que debe convertirse en nuestro estandarte. Junto a él, el Convento de Santa Clara de la Columna, con sus artesonados mudéjares únicos, y los yacimientos megalíticos del Cambrón, que susurran historias de milenios, son tesoros que el mundo debe conocer. Imaginemos a miles de visitantes recorriendo nuestras calles, maravillados por nuestra historia, deteniéndose en la Iglesia de Santiago el Mayor, paseando por las ermitas de Nuestra Señora de Gracia o San Sebastián, y descubriendo los secretos de nuestro pasado prehistórico. Estos turistas no solo admirarían nuestro legado: comerían en nuestros restaurantes, dormirían en nuestros alojamientos rurales, comprarían productos locales y merchandising que celebre la esencia de Belalcázar. Este flujo crearía empleos –guías turísticos, hosteleros, artesanos, comerciantes– y daría a nuestra juventud razones para quedarse, para construir su futuro aquí. Con el turismo, transformaremos el declive en prosperidad, asegurando que Belalcázar no solo sobreviva, sino que florezca como un destino de referencia en Andalucía.

Por esta razón, ha nacido www.debelalcazar.com, una plataforma que encapsula la esencia y la diversidad de nuestro pueblo. A través de esta web, mostramos al mundo nuestro patrimonio histórico –el castillo, el convento, las ermitas, los yacimientos– y las empresas que dan vida a nuestra economía rural: desde las granjas que perpetúan nuestra tradición ganadera hasta los negocios innovadores que apuestan por el futuro. Esta página no es solo un escaparate; es un movimiento, un compromiso colectivo para dar a conocer Belalcázar, para invitar a los viajeros a descubrirnos y para fortalecer los lazos entre nuestra comunidad. Cada visita a la web, cada historia compartida, cada enlace difundido en redes sociales es un paso hacia la revitalización de nuestro pueblo. Queremos que www.debelalcazar.com sea el faro que guíe a los turistas hasta nuestras puertas y el puente que conecte a nuestros emprendedores con el mundo.

Nosotros, los habitantes de Belalcázar, llamamos a todos –vecinos, visitantes, instituciones– a unirse a esta causa. Promocionemos nuestro castillo, nuestro convento, nuestras tradiciones. Hagamos que cada rincón de Los Pedroches resuene con el nombre de Belalcázar. Apoyemos a nuestras empresas locales, desde el pequeño taller hasta la granja familiar, porque son el pulso de nuestra comunidad. Juntos, convertiremos nuestro patrimonio en un motor económico, nuestra historia en una fuente de orgullo y nuestro pueblo en un lugar donde las generaciones futuras quieran echar raíces.

¡Por un Belalcázar vivo, próspero y eterno! ¡Unámonos para salvar nuestro hogar!